miércoles, 14 de noviembre de 2007

Conoce tu carne - Meet your meat

Este es un video extraído de PETA sobre el uso y explotación de los animales destinados para consumo humano ... las imagenes pueden herir la suceptibilidad de quienes no gustan ver la realidad y cierran los ojos a lo que sucede día a día ...





Experimentación Animal: Productos testeados en animales

Hablar de la experimentación en animales es un tema que levanta diversas opiniones a favor y en contra, pero hasta que punto se considera ético y justificable dicha experimentación ??? pues la respuesta es obvia, no es ético ni tiene justificación alguna.


A continuación información recopilada de diversos medios sobre lo que es la experimentación en animales (vivisección):


La experimentación en que se utilizan animales no humanos (vivisección) es una de las fases más ocultas, discutidas y discutibles de la ciencia y de la industria. Porque no sólo las ciencias médicas, físicas y biológicas se sirven de animales no humanos en sus laboratorios, sino también la industria militar, la industria de las armas, la industria cosmética, la industria del tabaco y la industria química en general.

Es desde el siglo XVI que los animales son usados como "conejillos de Indias" (nunca mejor aplicado el término) para conocer los misterios del cuerpo, de la circulación sanguínea, de la conformación fisiológica, pero también de los efectos de medicinas, venenos, sustancias y la inocuidad de los procedimientos científicos e industriales. Primates, ratas, ratones, conejos, cobayas, perros, gatos, cerdos y otros animales son masacrados en nombre de la ciencia y la técnica, a razón de que tres animales mueren a cada segundo en los laboratorios del mundo.


En los laboratorios, los animales son usados principalmente para los test de toxicidad (el test Draize, el DL50, el Test de Toxicidad Dermal y de Toxicidad Oral; los estudios de Inmersión, de Inyección e Inhalación). En éstos, los animales son sometidos a dosis letales de todo tipo de ingredientes, a pruebas alergénicas y de irritación - ulceración cutánea, a pruebas de inhalación e inyección de tóxicos, de armas biológicas y químicas, de resistencia a la falta de atmósfera o gravedad, de medicamentos y fármacos, e incluso, de alimentos para animales de compañía.


Muchos grupos de defensa de los animales, a través de la investigación encubierta, han conseguido llevar fuera del laboratorio los horrores que se ocultan tras sus paredes. Por ello, la experimentación con animales encuentra cada vez un mayor rechazo -en la sociedad y también dentro de la misma ciencia- por diversos motivos: éticos, económicos e incluso biológico-sanitarios, por su crueldad con seres sintientes, el peligro que supone la extrapolación de resultados de una especie a otra (como en el caso del SIDA), y su discutible "necesidad" cuando se comienzan a desarrollar métodos alternativos al uso de animales en los laboratorios de ciencia, asi como también en las salas de clases de los futuros científicos.


Se realizan experimentos con animales básicamente en tres campos: la docencia, la industria y la investigación.


Las prácticas docentes con animales tienen como objetivo el aprender ciertos procesos fisiológicos, características anatómicas o adquirir habilidades clínicas y quirúrgicas (entendiendo esto último no como parte de un proceso tutelado si no como un puro entrenamiento mecánico sin tratarse de un caso clínico). El hecho de utilizar animales (en general ratas y ratones, vertebrados con un sistema nervioso que les permite sentir dolor como mecanismo fisiológico de defensa) para experimentos reiterativos e innecesarios, ya que se pretende demostrar un concepto de sobras conocido, supone un sufrimiento gratuito (para animales y alumnos).


Muchas organizaciones como Physicians Comittee for a Responsible Medicine, EuroNICHE, the American Anti-vivisection Society, the National Anti-vivisection Society, the New England Anti-vivisection Society y muchas otras, desarrollan y ofrecen métodos pedagógicos que no suponen sufrimiento para los animales (tengamos en cuenta que, por ejemplo, las facultades de Medicina de Stanford, Harvard, NY, Ohio, etc.no utilizan animales para prácticas docentes y en Israel se ha prohibido recientemente realizar experimentos con animales en el ámbito educativo). ADDA presentó un Proyecto de Ley de Objeción de Conciencia a las prácticas con animales con el fin de promover la implementación de los métodos docentes que no requieren animales y proteger al mismo tiempo a la persona que rechaza estas prácticas y aboga por aprender de una manera más ética.


Respecto a la industria cosmética merece la pena destacar los avances que se han producido, a pesar de que aún existen laboratorios que testan sus productos en animales. El Real Decreto 93/35 aprobado por el Consejo de Ministros del Gobierno español estipula que estará prohibido vender productos cosméticos que hayan sido testados en animales. Este Real Decreto está basado en una Directiva de la UE que entró en vigor el año pasado en el Reino Unido, sentando un importante precedente. Actualmente, hay un número ingente de laboratorios cosméticos que no realizan experimentos con animales .


La ECEAE (European Coalition to End Animal Experiments) ha trabajado en un proyecto para unificar los criterios del etiquetado de "no testado en animales" y evitar la confusión al consumidor. Los laboratorios que se adhieren al proyecto se comprometen a que sus productos finales ni materias primas no hayan sido testados a partir de una determinada fecha. Estos laboratorios se reconocerán por un logo exclusivo.


En la investigación es quizá el campo donde la tradición de experimentar con animales está más arraigada. Con el pretexto de comprobar una hipótesis, por inútil, absurda o excéntrica que fuera, se justificaba cualquier atrocidad (contemporáneos de investigadores como Claude Bérnard reconocen la extrema crueldad con que eran tratados los perros y se manifiestan totalmente contrarios).


Actualmente, gracias a la presión de colectivos de defensa de los animales, de científicos, políticos, estudiantes, opinión pública, etc. se están realizando tímidos avances. Conviene destacar el hecho de que existen en todo el mundo centros de investigación y desarrollo de métodos alternativos al uso de animales como el GTEMA (Grupo de Trabajo Especializado en Metodologías Alternativas, dirigido por el Dr. Repetto) el ubicado en la Universidad Johns Hopkins (The Johns Hopkins Center for the Validation of Alternative Methods), el ECVAM (European Center for the Validation of Alternative Methods), FRAME, etc.


Uno de estos avances ya se está dando en Europa a través de la Coalición Europea para la Abolición de los Experimentos con Animales quienes desarrollan un programa llamado Estándar de Cosméticos Humanitarios, donde se busca garantizar al público consumidor que los productos que ellos adquieren no fueron testeados en animales y la forma de identificarlos es a través del logo de un conejo blanco saltando.


A continuación el link donde se encontrará la relación de empresas que NO Testean sus productos en animales, esta lista es según las investigaciones de AnimaNaturalis: ENLACE


Videos relacionados al tema en contra de la esperimentación animal







http://farm1.static.flickr.com/146/401969814_d834486c75.jpg

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FUENTES:

domingo, 11 de noviembre de 2007

Los Perros no son comida !!!




Los perros: amigos para unos, comida para otros

En general, los perros tienen el cuerpo cubierto de pelo, utilizan el olfato como su principal órgano sensorial, les gusta vivir en grupos en los cuales establecen jerarquías bien determinadas, en promedio llegan a vivir 15 años.

Los perros son considerados por muchas de las personas que viven con ellos miembros de su familia, animales sensibles, nobles e inteligentes a quienes pocos causarían algún daño. Sin embargo y al igual que hacemos nosotros con las vacas, las gallinas o los atunes, miles de perros son asesinados cada año en países como China o Korea para servir de alimento.



Tras un periodo de gestación de la madre de unos dos meses, generalmente nacen varías crias que no pueden ver ni oir y se pasarán casi todo el tiempo dormidos al lado de su madre y alimentándose de ella mientras ésta les protege.


Al contrario de lo que ocurre con otros animales no humanos, de los perros si tienden a conocerse los rasgos distintivos de esta especie, siendo precisamente este hecho lo que hace que pocos vean aceptable su explotación y muerte para consumo humano. Los perros son animales muy sociales y sociables, tanto formando y entendiendo las complejas estructuras sociales que se crean en un grupo, como las obligaciones que estas implican, aprendiendo rápidamente a comportarse con otros miembros del grupo ya sean otros perros o humanos. Esta capacidad para interactuar en estructuras sociales es uno de los rasgos más distintivos de los perros y de ahí su abilidad para convivir, querer y hasta empatizar con otros animales, de ahí también su nobleza y devoción hacía quienes conforman su grupo. Los perros adultos enseñan a sus bebes y cachorros a aprender normas sociales entrenándo a sus cachorros mediante correcciones cuando no se comportan de la forma esperada (ladrando alto, dándoles de comer fuera de tiempo y cosas por el estilo) y recompensándoles cuando los comportamientos son los adecuados (jugando con ellos, alimentándolos, limpiándolos, etc.)

Los perros, como todos los mamíferos, tienen un complejo sistema nervioso que los habilita a experimentar sensaciones como el dolor, sufrimiento, miedo, ansiedad etc. pero además algunos de sus sentidos más importantes están más desarrollados que en otros animales (incluyendo a los humanos).

Se pensó durante muchos años que los perros sólo veían en blanco y negro, hoy día en cambio sabemos que pueden ver el rojo y probablemente otros colores. Normalmente la forma, tamaño y dimensiones de los ojos varían según la raza, teniendo incluso algunas razas configuraciones diferentes de la retina que otras. Los perros con el hocico largo por poner un ejemplo, tienen una linea de visión que atraviesa la retina que les permite tener una excelente visión espacial, mientras tanto quienes tienen la nariz pequeña tienen un "area central" de visión más agudo que les dá la capacidad de ver objetos u otros animales con más detalle.

Los perros pueden detectar el sonido a unos 16 a 20 Hz (los humanos lo detectamos a unos 20 o 70Hz) y por encima de unos 45Hz (de 13 a 20Hz para los humanos), los perros además pueden mover sus orejas lo que les hace detectar el punto exacto donde se produce el sonido. Más de 18 músculos pueden moverse, elevarse o rotar en el oído de un perro para saber localizar un sonido. Adicionalmente pueden escuchar sonidos a cuatro veces mayor distancia que los humanos.

Los perros tienen aproximadamente 220 millones de células olfativas, siendo capaces de detectar dos tipos diferentes de olores, el olor de alguién o algo que ha pasado por un lugar recientemente o el olor que permanece durante mucho más tiempo en el suelo, desgraciadamente los perros son explotados hoy día por los humanos debido a esta increible característica y utilizados como perros policía lo que no solo les supone una vida de privaciones si no también grandes agotamamientos físicos, strees y anisedad por realizar labores que van contra su naturaleza (concentrarse en un solo olor para seguir un rastro y no en varios de ellos).


Los perros también se rien

Un estudio publicado recientemente por la revista Science señaló que los animales también se ríen. El psicólogo Jaak Panksepp precisó, como prueba de sus afirmaciones, que los circuitos neurológicos de la risa existen en las regiones más antiguas del cerebro.

Además, había formas de risa y juegos en otros animales miles de años antes que el ser humano apareciera con sus carcajadas y, después, con su expresión oral.

Según estudioso del Centro de Neurociencias de la Mente y el Comportamiento del Departamento de Psicología de la Universidad de Northwestern, los últimos estudios realizados en ratas, perros y chimpancés proporcionan pruebas concluyentes respecto de que la risa y la alegría no es exclusiva de los seres humanos.


Un paseo por la mañana entre los puestos del mercado deTaegu en China (o de Moran a las afueras de Seúl) puede resultarnos escalofriante. Encontraremos a perros y otros animales hacinados en jaulas donde puedes estar varios días a temperaturas casi de congelación sin agua ni comida ni cobijo, al lado de los cadáveres de quienes hasta hacía poco tiempo eran sus compañeros de cautiverio. En el mercado no hay escrúpulos, los matan delante de las miradas de los demás. Los perros no pueden hacer otra cosa que aullar, ladrar y desesperarse. Se puede ver el miedo en sus ojos. Saben que serán los próximos.






Los dueños de los puestos se encargan ellos mismos de matar al perro que elijas. Por unos cuantos yenes puedes llevarte un trozo de carne de perro listo para cocinar. Antes de matarles, y a modo de aderezzo para la carne, les torturan durante varios minutos para que, presas del pánico y del dolor, segreguen adrenalina y otras hormonas que harán que después su carne sepa más fuerte. En China y Korea del Sur existe la creencia de que esto proporciona vigor a quien la consume, por lo que se tortura a los perros para hacerles sufrir especialmente con el fin de que su carne adquiera dicho sabor. A algunos les queman vivos con un soplete tras colgarles de un alambre. Otros son electrocutados, estrangulados, apaleados hasta su muerte o cualquier combinación de estas prácticas. En algunos mataderos les golpean en la cabeza con una barra de hierro y les clavan un cuchillo en la garganta para que se desangren. Cerca de tres millones de perros cada año pasan por todo esto.

El treinta por ciento son raptados de las familias con quienes vivían, muchos son perros abandonados capturados por carniceros y vendidos en mercados al aire libre. A pesar de que la Ley de Protección Animal de 1991 considera que los perros son animales domésticos o compañía, la realidad es que las autoridades siguen mirando para otro lado respecto al consumo de carne de perro afirmando que es algo del pasado. Aunque la mayoría de coreanos no consumen carne de perro, las cifras nos dicen que al menos 6.484 tiendas repartidas por todo el país participan en este comercio sangriento donde se venden 25 toneladas de carne al día y 8.428 toneladas al año. Otras 93.600 toneladas de carne de perro es utilizada cada año para producir "tónicos medicinales".

Investigaciones con cámara oculta han mostrado camiones cargados con hasta 2.000 perros llegar al mercado de animales de Hua Nam en Guanzhou. El mercado de carne de perro ha crecido en varias zonas de China donde se han creado diversas granjas (como la de KangXi con capacidad para varios miles de perros al año) donde crían perros grandes y dóciles como los San Bernardo o el Gran Danés que engordan y se reproducen rápidamente. Todos ellos serán matados entre los cuatro y doce meses de edad en mataderos como el de Chanping o en la calle.

Debido a la presión por parte de los defensores de los animales de occidente principalmente, hoy día resulta difícil conseguir imágenes de este tipo de explotación animal y los comerciantes evitan ser fotografiados en sus tareas.

La carne de perro es consumida en China, la India -estados de Mizoram y Nagaland-, en Indonesia, Nigeria, Vietnam, Taiwan (donde a pesar de estar prohibido figura hasta en las guías de viaje), Tonga, en los cantones rurales Appenzell y St. Gallen de Suiza, Korea del Sur donde suele ser considerado un plato con propiedades medicinales y Filipinas donde a pesar de estar prohibido, se matan cada día a una media de 1.370 perros para consumo humano (unos 500.000 al año).

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Nuevamente actos violentos en manifestación Antitaurina del 4/11/07

Manifestación pacífica antitaurina fue reprimida con violencia nuevamente: imágenes de los agredidos.

Lunes 5 de Noviembre de 2007. 3:05pm

Como parte de las actividades que se realizan en contra del mal llamado espectáculo cultural, como es la corrida de toros, manifestantes de todas las edades nos reunimos el día de ayer frente a la Plaza de Acho para protestar de manera pacífica contra la tortura que se vive dentro de este recinto.

La manifestación fue netamente pacífica en todo momento, a pesar de lo cual tuvimos la presencia de un gran contingente policial que estuvo amedrentando nuestra manifestación; se gritaron arengas a la policía para que no reprima nuestros actos de manera violenta como sucediera el domingo pasado.

La manifestación contó con la presencia de 150 personas aproximadamente, entre hombres, mujeres y niños, los cuales alzaron su voz de protesta en contra de este espectáculo sangriento.

Tras los sucesos ocurridos la semana pasada, al

ser reprimidos con violencia en la marcha antes mencionada, donde se congregaron alrededor de 1500 personas, Mariana Orihuela y Sandra Cárdenas, dos opositoras a esta actividad, en su intento por concientizar a todos los espectadores del ambiente taurino, ingresaron a la Plaza de Acho con volantes a fin de informar la cruel realidad sobre el espectáculo taurino, siendo inmediatamente agredidas física y verbalmente por los espectadores, teniendo que escapar por una de las puertas en presencia de los miembros de seguridad.

Ya en las afueras de Acho, creyendo estar a salvo fueron nuevamente víctimas de ataques propiciados por un supuesto organizador de la Feria Acho 2007, quien ordenó a dos individuos que las atacaran, siendo sorprendido mientras daba estas instrucciones, por el acompañante de una de ellas, el cual increpó las violentas indicaciones recibiendo en respuesta varios golpes conjuntamente con ataques verbales, lo cual ha sido captado por cámaras de diversos medios; la denuncia por agresión se realizó por el S

eñor Enrique Porth, en la Comisaría del sector. Luego de esto la víctima ingresó a Acho para poder identificar al sujeto agresor, el cual en el colmo de la cobardía habría huido minutos antes para no dar cuenta de lo sucedido.

Asimismo, manifestamos nuestro rechazo ante las afirmaciones que aseveran actos vandálicos por parte de los manifestantes antitaurinos, así como los supuestos intentos de ingresar por la fuerza a la Plaza de Acho.

Cabe mencionar que las personas asistentes a estas marchas pacíficas son, en su mayoría, jóvenes estudiantes cuyo único fin es demostrar el rechazo a esta cruel costumbre como son las corridas de toros; además hacemos hincapié en que estas marchas son financiadas en su totalidad con recursos propios.

Acción Por los Derechos de los Animales (APDA PERU) , asociación sin fines de lucro, manifiesta su total rechazo antes tales actos violentos perpetrados por los organizadores de la feria taurina, los cuales demuestran realmente quienes son los que deberían ser llamados violentos.

ADPA PERU, se compromete a continuar incansablemente en la lucha contra todo tipo de abuso y maltrato a los animales.


Acción Por los Derechos de los Animales – APDA PERU

www.apdaperu.tk

apdaperu@gmail.com





lunes, 5 de noviembre de 2007

Manifestación Antitaurina 4/11/07



Fuente: Andina

La VaCa Y eL pOlLiTo


jueves, 1 de noviembre de 2007

Cuento Antitaurino: El Toro si sufre

El presente relato fue extraído del Blog de Sade, en respuesta a ciertas declaraciones del director del Departamento de Fisiología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en la cual él asevera en base a estudios que el Toro de Lidia no sufre dolor cuando es picado o embanderillado ... difícil de creer ... pero según su estudio (aún inconcluso) esto parece ser su verdad ... nosotros creemos lo contrario por lo mismo publicamos el siguiente cuento ... ustedes podrán sacar sus propias conclusiones al igual que nosotros...

Este cuento está basado en hechos reales y sirve de respuesta a las declaraciones que ha hecho recientemente el doctor Illera, director del departamento de Fisiología animal de la facultad de veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en la revista taurina 6 toros 6, número 656, del 23 de enero de 2007. Sus declaraciones fueron publicadas bajo el título: “Por qué el toro no sufre”


Soy un toro de lidia, de esos que pasan más o menos cuatro años a cuerpo de rey en las maravillosas dehesas que pueblan mi país, conocido en determinados ambientes como la piel de toro. Soy tan importante para la cultura de mi pueblo, que en muchos lugares su bandera nacional se adorna con mi silueta dibujada entre tres líneas horizontales de colores, dos rojas y una amarilla. Soy tan representativo para el resto del mundo que he sido elegido como mascota del próximo Eurobasket de baloncesto que se celebrará en España el próximo verano.

Me han bautizado con el nombre de Bravo. Eso sí, me han puesto una camiseta roja de tirantes y una botas de baloncesto.Durante los cuatro años que vivo a cuerpo de rey, a veces, me someten a una cosa que se llama la tienta, el acoso y el derribo que dicen es para medir mi bravura y mi trapio, aunque en definitiva no es más que para cabrearme. También pasé por otra experiencia desagradable que es el herrado, pero prefiero no recordarlo.

Soy un bóvido, como las vacas frisonas o las charolesas, pero mi destino es diferente. Mientras que a unas las alimentan para producir leche y a las otras para producir carne, a mí me crían para matarme. Bueno, a ellas también las matarán, pero de forma diferente.Un día, cuando más o menos he cumplido los cuatro años, me suben a un camión y me introducen en un espacio no demasiado grande. Alguna vez había subido en algo semejante. Fué cuando era más pequeño y me llevaban a las tientas. Algun amigo también lo utilizó para ir de una dehesa a otra, y otros, para ir al mismo sitio que las frisonas y las charolesas, es decir al matadero.Entre unas cosas y otras, yo me estreso mucho y, entonces, mi sistema endocrino formado entre otras por unas glándulas llamadas hipotálamo, hipófisis y adrenales, se ocupa de descargar unas sustancias llamadas hormonas. Mi sistema nervioso periférico, le dice cuando me estreso a mi otro sistema nervioso, el central, que estoy angustiado, que tengo miedo.

Yo, acostumbrado a vivir al aire libre y a hacer lo que me da la gana, de repente me veo encerrado en un espacio pequeño, que encima se mueve. Antes, como es lógico, he opuesto mucha resistencia, así que todavía estoy más enfadado, además de nervioso. Por esta razón he descargado a mi sangre mucho cortisol. Hay un veterinario que cuenta que igual somos claustrofóbicos, y que por eso nos estresamos mucho, pero no es más que una suposición sin ningún fundamento científico.Es entonces, como he dicho antes, cuando en mi sangre, si me hacen unos análisis, se verá que tengo mucho cortisol. Esta es una de las cosas que dicen los estudios del Dr. Illera. Al fin y al cabo es la hormona del estrés. Hay otras sustancias que se llaman betaendorfinas y otras que se llaman catecolaminas, que también las produce mi organismo en estas ocasiones. De las primeras, las betaendorfinas, que dicen que controlan el dolor, en estos casos no produzco muchas, de las segundas, entre las que está la adrenalina, genero algo más.

Cuando me bajan del camión me llevan a una especie de cuadras, creo que las llaman chiqueros, en las que me vuelven a encerrar. Si la plaza donde me van a matar es importante igual me tienen allí uno o dos días, y quizás me den algo de comida. Pero si es de esas pequeñas o de esas prefabricadas, lo normal es que muera el mismo día de mi llegada.A mi me tocó en una plaza grande, de esas que se llenan de gente con sus comidas y sus bebidas, sus peinetas, y sus buenos trajes; de esas donde al torero se le pagan muchos millones y los espectadores pagan mucho por ver como me lidian y me matan; de esas a las que va mucha gente importante, empresarios, futbolistas, políticos, actores, músicos, famosos, “famosotes”, incluso a alguna, ha ido el rey de España. Bueno, también va gente más modesta, pero esos se ponen en una zona que llaman tendido de sol o bien ocupan las localidades más baratas.A lo que me van a hacer lo llaman arte, pero la verdad es que nunca supe, ni sabré por qué, y tampoco me importa demasiado.Durante el tiempo que estuve en los chiqueros, ví, que tres de los toros que habían salido al ruedo volvían. Uno vino bastante bien, no sangraba, ni al parecer le dolía nada. Bueno, sí, le dolía una pata y cojeaba. Esa es la razón por la que había sido devuelto. Me comentó que había pasado un gran susto, que eso que había conocido ahí fuera le había estresado mucho. Tenía mucho cortisol en la sangre, pero betaendorfinas pocas. Esto se sabe porque le hicieron unos análisis de sangre cuando regresó. El siguiente en volver, si que estaba hecho polvo el pobre. Un señor subido en un caballo le había clavado varias veces una cosa que llaman puya. La verdad es que sangraba bastante, respiraba muy deprisa, y en uno de los lados de su pecho se notaba palpitar su corazón muy rápido, demasiado. A este también le hicieron unos análisis, pero los resultados eran diferentes. Tenía muy altas las betaendorfinas y también las catecolaminas, pero las cifras de cortisol no eran las esperadas, si como él decía había sufrido tanto. Será exagerado el tío, pensé para mis adentros. El tercero que volvió estaba más fastidiado que el anterior. De su cuerpo manaba mucha más sangre, y de su boca también salía algún hilillo rojo. Se movía muy despacio, mugía. Me murmuró, porque no podía casi expresarse, que además de los puyazos, le habían puesto banderillas. Efectivamente, sobre su lomo sobresalían unas cosas alargadas. Unos señores se las fueron retirando y ví que sus puntas eran una especie de arpones. Al quitarlas salieron unos enormes chorros de sangre. A éste también ví que le sacaban sangre para los análisis. Los resultados, según dice el veterinario que los hizo, eran parecidos al que habían devuelto antes, pero las tasas de cortisol tampoco eran las esperadas. De betaendorfinas también andaba sobrado, y de catecolaminas. Que raro pensé yo, será como dicen los que defienden la “fiesta”, que somos unos exagerados, que el sufrimiento que padecemos no es tan grande. Dicen además que como tenemos la sangre llena de betaendorfinas, somos capaces de neutralizar el dolor, y casi sentir placer.

Estaba yo absorto en estos pensamientos, cuando de repente oí mucho alboroto, música y gritos. Me azuzaban para conducirme por un camino limitado a ambos lados por tablones y de pronto, sentí un dolor importante en mi zona dorsal. Antes de salir a la plaza también me habían propinado algún “garrotazo”. Me habían pinchado y clavado una cosa que llaman divisa. Me sentí nervioso, asustado, tenía miedo. Soy un toro, así que los mecanismos de defensa psíquica como es pensar en otras cosas o tener conciencia de lo que está pasando que ponen en marcha otras especies como los humanos, yo no puedo utilizarlos. De repente mi sistema nervioso periférico le ha dicho a mi cerebro que les diga a mis glándulas que secreten las hormonas del estrés. Mi hipotálamo va a producir mucho CRF, que le dirá a mi hipófisis que produzca mucha ACTH, que a su vez le dirá a mis adrenales que descarguen mucho cortisol. Lo que quiere mi organismo es tranquilizarme, volver a la normalidad mi respiración acelerada, decirle a mi corazón que deje de latir fuerte. Pero no, es imposible. Acabo de salir a un recinto abierto, con un piso de arena fina y me veo rodeado de un gran gentío que grita, grita y aplaude. No sé donde estoy, y esto me asusta aún más. Mis glándulas descargan más hormonas, mi sangre se inunda de cortisol. Bueno, y también de adrenalina, y de noradrenalina, que son catecolaminas. También estoy descargando algunas betaendorfinas.

Me he pegado alguna que otra carrerita, embistiendo a un señor que no había visto nunca que me llama a gritos y me enseña un trapo. Dicen que es rojo porque a mi me atrae mucho ese color. Es mentira, yo sólo veo en blanco y negro, mis ojos no tienen células especializadas para distinguir los colores. Lo cierto es que es rojo para que la sangre que emanará de mis heridas, no se note demasiado en el trapo. Os imagináis que fuera blanco…Después de unas cuantas embestidas a varios señores con trapos en sus manos- derecha o izquierda, según que sean diestros o zurdos-, he notado que me quieren llevar hacía una zona determinada. No lo distingo bien, porque por la posición de mis ojos, mi visión lateral es muy limitada. Pero sí, ya lo veo, es un caballo con un señor encima. Conozco a este animal porque cuando me han hecho lo que llaman acoso y derribo, los señores que querían tirarme al suelo con sus largas lanzas con un pincho iban montados en ellos. Mis hormonas del estrés siguen muy altas en mi sangre. Mi volumen sanguíneo está intacto todavía.Ahora, lo que me van a hacer es lo que denominan descongestionarme, quitarme fuerza, hacerme más lidiable, o como se ha dicho recientemente producirme algo de dolor para que mi cuerpo atlético, que es especial y diferente al del resto de las especies, descargue en milisegundos unas sustancias milagrosas que me quitarán el dolor. Las llaman betaendorfinas, las “hormonas del placer” o de la “felicidad”. En mi sangre ya hay unas pocas circulando, por la divisa que me pusieron y porque mi respiración ya está muy acelerada. Para conseguir eso me hacen embestir al caballo, y yo, como soy bravo, voy por él. Vaya tontería que acabo de cometer. De repente he sentido un dolor enorme. Hay ahí arriba algo que me está haciendo daño. En realidad yo creo que es el caballo, así que para defenderme, le embisto con todas mis fuerzas. Pero no puedo, no puedo más, esto duele mucho y empiezo a notar cierta debilidad en mis patas y la sangre empieza a manar en la zona donde se localizan mis vértebras torácicas y dorsales. Al parecer, el picador no ha acertado con la puya y me la ha clavado en una zona que según los entendidos no es la adecuada. Los que saben de esto, dicen que la puya debe ser clavada en el morillo, que es una zona donde mis músculos están muy duros, pero claro, como yo me muevo mucho, pues no aciertan. La puya se sale, el picador la vuelve a clavar, y más dolor, y más sufrimiento. Decido retirarme, no puedo derribar al enemigo.

Algunas estructuras anatómicas de mis vértebras, lo que llaman apófisis espinosas y transversas han sido fracturadas. Algunos huesos de mi columna han sido aplastados. Me imagino lo que se vería si me hicieran una radiografía. Mi médula espinal, que es un cordón nervioso que está protegida por estas estructuras óseas, se empieza a encontrar presionada, y debido a la hemorragia que me han producido, hay sangre que ha invadido el canal medular, que en algunos tramos se empieza a encontrar presionado. Me duele mucho, así que mi sangre se está llenando de betaendorfinas. Mis receptores del dolor, que se llaman nociceptores, han recibido esta desagradable sensación y mi sistema nervioso periférico le ha dicho al que manda, el sistema nervioso central, que descargue betaendorfinas para paliarlo. Sigo estresado, tengo pánico, necesito cortisol, así que mi cerebro ya debería estar diciéndole a mis glándulas que lo produzcan en cantidades industriales. Pero hay algún problema que todavía no sé muy bien cual es. Mi corazón pide sangre para aportar a mis órganos, mis células piden glucosa y mi sangre se llena de ella para compensar el gasto energético que tengo, mis pulmones inspiran y espiran a una velocidad de vértigo, necesitan oxigeno con urgencia. Mis funciones vitales se han vuelto locas con tanta alteración.Los señores de los trapos rojos me llaman, me chillan, zarandean sus manos, quieren que vuelva a que me hagan más daño, me niego, me doy la vuelta, quiero desaparecer. Sigo nervioso, estoy sufriendo y me duele, pese a mis betaendorfinas.Me han dado un momento de respiro. Mientras, suena una música que apenas oigo. Están en lo que llaman el cambio de tercio. Estoy muy asustado, no sé lo que me espera. Mis amigos que fueron devueltos a los corrales me habían contado algo, pero en base a sus análisis de sangre creía que exageraban.Al poco rato veo un nuevo señor, que no lleva en sus manos ningún trapo rojo, sino una especie de palos. Los tiene levantados a la altura de su cabeza y en su punta brilla algo metálico. Hace sol, por eso veo el reflejo. Me llama, se acerca hacia mi corriendo, voy por él, y de repente, siento un fuerte dolor agudo en mi columna que me hace pegar un salto. De nuevo siento mis vértebras dañadas, mis músculos perforados, mi sangre mana.

Así ocurre tres o cuatro veces más, no recuerdo. La segunda vez he intentado empitonar con mis cuernos al de las banderillas, pero las fuerzas no me responden. Con el tercero no he tenido ni fuerza para correr, me he rendido, ha pasado a mi lado y casi me he quedado quieto. Estoy agotado. Nuevas banderillas, más dolor, más y más.Dicen que cuanto hay un estrés se pasa por tres fases: la primera es la que llaman de alarma, la segunda la llaman de adaptación o de resistencia y la tercera es la de agotamiento. En las dos primeras el organismo descarga catecolaminas y cortisol en cantidades importantes. ¿Y que pasa en mi sangre?, ¿que hace mi cuerpo ante tanto dolor, ante tanto destrozo? ¿Qué puede hacer mi especial organismo para contrarrestar tanto sufrimiento? Recuerdo que antes de salir a la plaza, y en los primeros momentos, la ACTH y el cortisol, como consecuencia de mi miedo y mi ansiedad circulaban por mi sangre en grandes cantidades. Si me hubieran sacado sangre en este momento, los valores de estas hormonas, según los últimos estudios, estarían elevados pero no muy lejanos a los que tenía cuando estaba en la dehesa viviendo tranquilamente. Que raro, algo está pasando. ¿Será que ya no estoy estresado? ¿Será que ya no sufro? ¿Será que me he adaptado? ¿Influirá que me estoy agotando?La respuesta la tienen esos buenos médicos que intentan evitar el dolor en sus pacientes antes, durante y después de las operaciones. Han descubierto que cuando el sistema nervioso no está intacto, como estaba el mío cuando me subieron al camión y cuando estaba en la plaza antes de la lidia, la transmisión nerviosa no funciona adecuadamente. Quiero decir que como me han metido puyazos y banderillas se han “cargado” parte de esa transmisión nerviosa que debería decirle a mi cerebro que les dijera a mis glándulas que produzcan mas CRP, y como consecuencia más ACTH, y como consecuencia más cortisol para aliviar mi sufrimiento. Pero no se puede, no es científicamente posible. Mis catecolaminas, que se han ido produciendo en grandes cantidades para aliviar mi tensión arterial, mi flujo sanguíneo, mi función cardiaca y mí respiración se están agotando, pero aún así tengo mecanismos celulares que las siguen produciendo. ¿Recordáis?, alarma, adaptación, resistencia, agotamiento.Y qué pasa con mis betaendorfinas. ¿Por qué mi organismo no puede producir cortisol y a estas sí puede producirlas? La respuesta de nuevo la tienen los buenos médicos. Resulta que cuando el sistema nervioso no está intacto, el organismo tiene otro mecanismo para generarlas. Hay células capaces de hacerlo aunque el sistema nervioso esté alterado. Uno de los lugares donde estás células, llamadas de la inmunidad las producen es en zonas próximas a las lesiones, en especial donde se ha producido una lesión y se está desarrollando una inflamación.. Por eso los análisis dirían que mi sangre está cargada de betaendorfinas después de las puyas y las banderillas, pero no tiene el cortisol que debería tener si es que estoy sufriendo tanto.

Lo que vendrá después son lances del estúpido juego al que me someten los humanos. Tengo que embestir de nuevo el trapo rojo del que más euros recibe entre los que me han hecho daño, del matador, del que terminará con mi vida. Mi vida a costa de algo que llaman faena. Efectivamente, me están haciendo una faena, y gorda.Lo cierto es que ya me da lo mismo, estoy muy cansado, estoy agotado, estoy en la última fase del estrés. Quiero embestir, quiero luchar, pero no puedo. La verdad es que durante un rato, a pesar del daño que me han causado, me encuentro un poco mejor, ya no hay puyas, ni banderillas, pero después de tres carreras me encuentro de nuevo muy mal. He vomitado, echo sangre por mis ollares, mis extremidades no me sujetan, me he caído tres o cuatro veces. Cada vez veo peor, pero, aún así saco fuerzas de flaqueza.Por un momento me vuelven a dejar tranquilo. He visto al torero cambiar algo que llevaba detrás del trapo por algo que ha brillado, que tiene más brillo que las puntas de las banderillas. No sé que es, pero tampoco me importa. Vuelve hacia mi, quiere que embista una y otra vez, una y otra vez, sin darme descanso. Cada vez mana más sangre de mi cuerpo. Estoy mugiendo de dolor, estoy sufriendo, estoy agotado, no puedo seguir.

El torero se ha situado frente a mí, me mira, ha sacado algo de detrás del trapo rojo. Apunta con el utensilio hacía mí, me enseña el trapo por debajo de mi cabeza, la bajo y embisto. He sentido otro enorme dolor, he sentido que algo se ha rasgado en mi interior, me falta el aire, creo que mis pulmones se han roto, alguno de mis grandes vasos sanguíneos, ha sido seccionado. Mis pulmones se encharcan, me tambaleo, me estoy muriendo.

Un gran vómito de sangre sale de mi boca y mi nariz. A paso lento, muy lento, me dirijo a algún sitio donde apoyarme, mis patas ya no me sujetan, estoy cerca de lo que llaman el burladero. ¿Tendrá esto algo que ver con eso que llaman hacer burla? Yo creo que sí, durante un rato se han burlado de mí, haciéndome “entrar al trapo”, haciéndome cargar contra un caballo que yo creía que me hacía daño, haciéndome correr hacia un señor con banderillas en sus manos. La peor burla ha sido la última: el matador ha tirado su trapo al suelo, me ha hecho bajar la cabeza, embestir y me ha clavado su espada. Me he tumbado, quiero que me dejen en paz, quiero morir. Pero no, “ellos no quieren que sufra”. Lo que en realidad quieren es que nadie vea mi agonía.

Tiene gracia, llevo agonizando desde hace mucho rato y ahora se preocupan de la estética. Con mis ojos vidriosos, empañados por las lágrimas veo a un hombre que se acerca, se ha agachado ligeramente y me ha insertado algo en el cuello. Siento otro profundo dolor, me ha seccionado la médula, y yo convulsiono. Esto se ha terminado.Ya no tendré nunca la oportunidad de descargar cortisol, catecolaminas o betaendorfinas. ¿Para qué?


José Enrique Zaldívar Laguia.Veterinario.